La historia de la impresión manual:

La impresión además de ser un proceso automatizado de reproducción gráfica, comprende toda una serie de técnicas manuales que se aplican tanto en las bellas artes como en los campos de la artesanía y el diseño que brindan al artesano doméstico opciones ilimitadas para reproducir sus diseños. Las técnicas de ambos ámbitos se han entremezclado a lo largo de una rica historia en la que se inscriben desde nuestras primeras tentativas de expresión gráfica hasta estilos de subculturas y formas de protesta. Desde los primeros estarcidos hallados en la Cueva de las Manos (Argentina) hasta las plantillas de Bansky pintadas con aerosol en las calles de Bristol (Inglaterra), la impresión ha tenido siempre un componente subversivo y seductor.

Antes de emplearse en la impresión de libros y papel, la estampación con moldes entintados se utilizaba para decorar tejidos. Las muestras más antiguas conocidas de estampación xilográfica en tela corresponden a una impresión china a tres colores datada alrededor del 220 a.C. También en el antiguo Egipto se practicaban. Los incas y los aztecas eran consumados impresores.. La estampación textil se practica en Europa desde el siglo XII, a donde llego por medio de los delicados tejidos tarish con estampados de texto que se confeccionaban en el estado islámico. Ya en la década de 1630, se importaba algodón estampado por xilografía para el mercado inglés. A mediados del siglo XVII, el diseñador textil William Morris empleo moldes de madera para crear papeles y tejidos decorativos increíblemente detallados que aun hoy siguen siendo referentes.

Con la llegada de la tecnología digital, la producción de tejidos estampados se ha transformado nuevamente de manera drástica. La impresión directa sobre la prenda permite estampar, mediante tintas de sublimación complejas imágenes digitales que pueden trasladarse de la computadora a la superficie textil. Como no podía ser de otro modo, tras el pico de popularidad alcanzado por la impresión digital, el péndulo ha oscilado de nuevo hacia métodos de diseño e impresión más sencillos y tradicionales. Una nueva generación de creadores está volviendo al mundo de la estampación con moldes y con plantillas recortadas a mano y sus practicantes asisten a talleres en centros culturales locales o viajan al extranjero para aprender la técnica de maestros artesanos. Artistas contemporáneos y diseñadores consolidados están redescubriendo técnicas de impresión tradicional como la litografía y la impresión tipográfica, al tiempo que retoman la serigrafía y las plantillas recortadas o emulsionadas para producir vistosas publicaciones de tirada limitada y piezas artísticas inspiradas en el op art. Parece indudable que la impresión va a seguir dejando huella durante mucho tiempo.

Esta última parte del texto me parece muy interesante y real, esto de volver a esos métodos artesanales, a valorar las cosas que están hechas con paciencia, con materiales nobles y con amor por quien lo está haciendo. Creo que estamos volviendo un poco al origen y eso me encanta! Es lo que intento transmitir en Macondo, que podamos compartir estas técnicas para generar textiles de calidad, hechos por nosotras mismas, con nuestras manos, sabiendo de donde vienen la mayoría de los materiales y siendo conscientes de qué se hace con cada desecho. Me parece que esta forma de hacer cosas no tiene precio, más allá del resultado creo que es el proceso lo importante, que lo disfrutemos, que nos haga felices estar haciendo esa técnica, que podamos conectar con ese momento.

Ahora que estamos muuuuy inspiradas vamos a probar de hacer esta técnica que es tan linda y sencilla!

Sellos de goma:

Los moldes de goma tienen la consistencia de las gomas de borrar y se pueden cortar con suma facilidad con la ayuda de herramientas de tallado de linóleo o con un cúter.

Que necesitás:

1. Plancha de goma, ya sea para sellos o goma de borrar
2. Gubias
3. Rodillo de goma espuma y si conseguís rodillo de caucho también te puede servir.
4. Vidrio o acetato
5. Tela
6. Tintas al agua

Paso a paso:

1. Dibujar la imagen en el molde. La imagen impresa quedara invertida respecto a la dibujada así que, por lo tanto, en el dibujo tendrás que trazar al revés los números, las letras y las flechas.

2. Usando alguna herramienta de talla (en este caso una mini gubia), vaciar las zonas que deben quedar sin pintar y dejar las que quieras que se impriman en relieve. No conviene que el vaciado supere la mitad del grosor del molde.

3. Una buena impresión se logra con un molde bien entintado. Colocar un poco de tinta sobre un vidrio y pasar el rodillo por encima en sentido longitudinal y transversal hasta que el rodillo quede cubierto de forma uniforme. Luego pasar el rodillo por la superficie en relieve del molde de goma un par de veces hasta que esté bien entintado o como en este caso podés colocar el sello sobre la tinta del vidrio.

4. Colocar el molde boca abajo sobre la tela o el papel y presionar con fuerza con las palmas de las manos. Sujeta con una mano la tela mientras despegas el molde con cuidado con la otra para asegurarte de que se desprende.
Lavar bien los moldes de goma después de cada sesión de estampado, asegurándote de eliminar todo rastro de tinta. Podés usar un cepillo de dientes de cerdas blandas para los recovecos, secarlo un poco con un trapo y dejarlo al aire libre para que se seque completamente antes de volver a utilizarlo

Información sobre la historia de la impresión manual: Mundo craft – editorial GG – Ramona Barry y Rebecca Jobson
Fotos: Macondo.

Espero que tengan un hermoso fin de semana! En este post tienen una linda historia para leer y un paso a paso para poner manos a la obra 🙂

Beso enorme,
Flor.