Técnicas para reciclar bolsas de plástico

Paso a paso (IG)-47

Este es el post, del post que no fue.

Dicen que sabemos cuándo comienza un cambio de paradigma, pero nunca dónde termina. Así que decidí dejarle el titulo original a esta entrada, para no olvidarme en qué momento se cayó, para mí, una vieja estructura y comenzó a formarse una nueva.

Ayer te contaba en redes sociales, que hoy publicaría en el blog un tutorial para crear textiles a partir de bolsas plásticas, muy emocionada por haber encontrado una segunda vida para las bolsas. luego de ese post, me escribieron dos personas, que me advertían sobre los gases que emana el plástico al tener contacto con el calor. ¡Y PUM! Ahí registré en lo que me estaba metiendo y con qué materiales estaba “experimentando”. Agradezco profundamente a las personas que me lo dijeron, siento que es un acto de amor y de cariño de su parte, con la intención de cuidarme a mí y a las personas que leerían ese post.

Ante estas advertencias, me quedé preocupada y junto a mi compañero (que se especializó en seguridad y medio ambiente) nos sentamos a leer sobre este tema en internet, él me iba traduciendo términos, que claramente se escapan de mis escasos conocimientos de química. Nos pusimos a leer las fichas de seguridad de las bolsas plásticas que había utilizado (hola diseñadora ¿Dónde se ha metido?) y mencionaban una reacción del plástico a unos 300° C (yo estaba aplicando un calor mucho menor). Pero tampoco eran muy claras las especificaciones de qué tipos de gases se liberarían a partir de los 300°.

Clasificaban este tipo de plástico como “seguro” y la única recomendación era aplicarle calor en un lugar ventilado (no eran necesarias medidas de protección personal).

Para mí, a medida que seguíamos leyendo se transformaba en una nebulosa cada vez más confusa, que si bien comprendimos que no había peligro en los tutoriales que había armado (según esas extrañas fichas), a mí, me dio mala espina igual.

Así fue que decidí no publicar el post de mis felices texturas hechas a partir de bolsas plásticas.

Lo hice porque uno de mis valores en Macondo es conocer muy bien los materiales con los que trabajo, telas, pinturas. Creo que es parte de mi responsabilidad y compromiso como “hacedora” y sobre todo si voy a compartir mi experiencia con vos.

Para mí, hubiese sido más fácil hacer oído sordo y publicar el tutorial de todos modos. Pero no. Me hago cargo y te comparto mis razones por las que no lo voy a hacer, sin miedo, ni vergüenza de pivotear en mis propias decisiones, porque si algo nos enseña el camino emprendedor es a avanzar y retroceder cuando es necesario. ¡rindo cuentas conmigo misma y con la almohada! Y no voy a sacrificar una noche sin dormir, por hacer algo que no coincide con mis propias convicciones.

No sabemos a ciencia cierta si estaba bien o mal lo que te compartía en aquel tutorial. Lo único que me queda claro, es que no podemos utilizar materiales que no sabemos claramente de dónde vienen o qué daños pueden provocar y de los cuales existe tan poca información al alcance de la gente común. Eso es lo que me dio desconfianza, no entender qué diablos estaba manipulando. Algo que hasta ayer me parecía tan común y corriente como una bolsa de plástico, hoy lo veo con otros ojos.

Sería hipócrita de mi parte, decirte tantas veces que no le tengas miedo al error en tu proceso creativo y no mostrarte mis propias equivocaciones en el mío. Crceo que existen dos opciones para enfrentar nuestro propio error, todo depende del significado que le cargamos: Si lo vemos como algo positivo, encontraremos el aprendizaje y el crecimiento, en cambio, si lo vemos como algo negativo, no podremos ni aceptar que lo cometimos. Yo intento elegir siempre la primer opción.

Creo que son días muy movilizantes, que, si bien creemos que estamos quietos en casa, en realidad seguimos en movimiento. No somos estáticos, somos vida, y tenemos la maravillosa oportunidad de hacer y deshacer de nuestras creencias cuantas veces queramos.

Las cosas que siempre fueron de una forma para nosotros, hoy se están cayendo a pedazos delante de nuestros ojos, es necesario estar abiertos y dispuestos a recibir esta información para crecer como colectivo.

Abrazar el cambio y la aceptación, esta pandemia vino a enseñarnos mucho acerca de un nuevo paradigma.

Firma: ¡Una a la que se le derribó la estantería completa, jaja!

Flor

9 comentarios

  1. Flor me parece barbaro lo que hiciste, es muy importante tener en cuenta estas cosas y asumir que no todo podemos reciclarlo ya que como decis hay cosas que no sabemos de donde provienen.
    Con respecto a las bolsas vi una ves una chica que cortaba las tiritas y las tejia, como si fuesen ganchillo.
    Mira te dejo el link que quizas te de otras ideas: https://dominiomundial.com/manualidades-reciclaje-de-bolsas-de-plastico/
    Yo no se tejer pero me interesaba el tema este de reciclar el plastico.
    Me encanta seguirte y aprender con vos, sos muy genia.
    Te mando un beso enorme y segui asi, vas por el buen camino!!
    Cariños!
    CAro

    1. Hola Caro!!! Muchas gracias por tu apoyo en esta decisión, es muy importante para mí, saber lo que piensan acerca de estos temas y cómo lo viven ustedes. Me encantó tu aporte!! Ya estoy mirando todas las ideas y están barbaras! Me encanta que podamos seguir buscando formas y opciones de reciclarlo y no quedarnos sólo en la crítica de la problemática que estamos viviendo.
      Muchas gracias de nuevo por tu aporte y cariño.

      Besos,
      Flor

  2. Siempre tan acertada! a veces uno se deja llevar y no se da cuenta de cosas como estas! gracias por tus lindos post! por cuidar y respetar el planeta q hacemos todos!

    1. Gracias Gabi por tu apoyo de siempre!!!!
      La verdad que sí. Buscándole el lado del humor a todo esto, pensaba qué felíz se vive en la ignorancia y cuánto daño podemos hacer sin querer o imaginarlo.

      Te mando un abrazo grande,
      Flor

    1. Qué bonita!! Muchas gracias por estas palabras tan lindas 🙂 Me alegro que te guste todo! Besito, Flor

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