Buenos días! Cómo comienzan el último día de esta semana cortita? por acá con muuucha inspiración, este mes en nuestra inspiración textil nos convocan «las molas» y de eso hablamos hoy! Me animé a probar la técnica y te lo cuento acá.

La mola es un arte textil elaborado por la comunidad Kuna de Colombia y Panamá, forma parte del atuendo que identifica a las mujeres, una vez más las labores no saben de fronteras y se distribuyen por regiones que comparten características, ya sea distancia, clima, geografía, entre otras condiciones.

Es una técnica bastante compleja que consiste en la superposición de capas de tela cosidas entre sí, utilizando recortes como recurso que permite que aparezcan formas y colores creando contrastes. También se la denomina «aplique invertido». Se producen piezas maravillosas con esta técnica, no solamente por lo difícil que es hacerla sino que son muy significativas y de infinitas posibilidades. A la técnica que se utiliza para realizar las molas también se la conoce como aplique inverso.

Los diseños más tradicionales de las molas provienen de la flora, fauna y de la interpretación de las tradiciones narradas en las historias orales de la comunidad. Estos diseños se repiten una y otra vez, ya que la finalidad de seguir trabajando esta técnica es mantener viva su cultura. Sin embargo el juego está abierto a la innovación y creatividad del artesano.
El origen de las molas proviene de la ornamentación del cuerpo por medio de tatuajes, luego se paso este arte a las telas. Las molas representan el pensamiento mítico de la región, es la forma de ver el mundo que tiene esta comunidad.

Este arte textil milenario ha dado a conocer a los gunas en todo el mundo y se ha convertido en parte inseparable de su identidad. En los últimos años, se ha consolidado como un popular producto de venta en los mercados internacionales.La mola ya no es solo artesanía, es moda.

Testimonios:

Vilma Fernández contó que su único trabajo y la forma de ganarse la vida es elaborando artesanías autóctonas de su región.

‘Yo trabajo la mola, pero no es fácil, a veces demoro dos o tres meses, depende del diseño que se esté elaborando; las molas tradicionales son las que llevan más trabajo’, indicó.

‘A la gente le gusta mucho, pero no sabe todo lo que cuesta trabajarlas; es duro y muchas veces los ojos duelen, ya que tenemos que coser de día y de noche, pero me compensa ver mi trabajo en la ropa de vestir de otros panameños que no son de nuestra raza’, reconoció.

Migdalia Chiari, de la comunidad de Cartí Tupile, también se dedica a la confección de molas, arte del que se siente orgullosa.
Tiene una sociedad con Emelia García, vecina y también artista.
‘Emelia es la encargada de coser todos los diseños que yo dibujo y así podemos avanzar con los trabajos, aunque a veces duramos unos ocho meses cosiendo molas para cuadros. Nos apoyan varias mujeres’, explicó.

Propiedad intelectual:

En 2002, se creó la ley del Régimen Especial de Propiedad intelectual sobre los derechos colectivos de los pueblos indígenas, fue creada para la protección y defensa de su identidad cultural y sus conocimientos tradicionales. La mola y todos sus diseños, piezas originales creadas por las artesanas, están amparadas por esa norma.
La Ley también menciona el reconocimiento de los derechos colectivos de los pueblos indígenas sobre sus instrumentos de trabajo y arte tradicional.

Texto extraído del diario la Estrella de Panamá.
Fotos: Museo Textil de Oaxaca, México.

Si todavía quedan algunas dudas de cómo se trabaja la técnica encontré este video que fue el que me terminó de sacar las dudas técnicas que tenía y también me gustó porque comunica un poco más sobre la cultura kuna.