¿Te gustaría crear productos que tengan tu impronta y personalidad, que se diferencien y sean creativos?
Te presento la forma ideal de conseguirlo: ¡Estampando tus propias telas! ¿Cómo? ¡Con la serigrafía que te enseñaré en Macondo!
Esta es una guía práctica para iniciarte en el maravilloso mundo de la serigrafía, eso sí: sin complicaciones, ni dolores de cabeza.
Al principio la técnica puede parecer engorrosa o complicada, que requiere muchos pasos y elementos, en este video vengo a demostrarte TODO lo contrario.
Si querés aprender a estampar tus propios textiles con una metodología que combina lo mejor de la serigrafía y una pizca de creatividad, te espero en el curso online «Serigrafía para principiantes»
Te invito a dar el primer paso en la serigrafía con el siguiente video y luego la información de este post te será de gran utilidad para complementar el aprendizaje.
Para empezar, debemos saber que la serigrafía es una de las técnicas de estampación más importantes y antiguas en la estampación textil. Es una técnica que no tiene límites, se puede hacer lo que te imagines con ella, requiere de un trabajo bastante artesanal, su proceso puede ser tan complejo, como los resultados que busques obtener con ella.
Es una técnica que a muchas personas les da “miedo” porque la ven dificultosa y parece que requiere muchísimos elementos, lo que es verdad, pero (como te cuento en el video) todo depende cómo lo hagas.
Ya sabés que desde Macondo, intento hacer simple lo difícil, le buscamos la forma de hacerlo de la manera más sencilla posible, para que te animes a dar los primeros pasos ¡Porque lo importante es animarse a comenzar!
Si querés estampar tus propias telas, pero no tenés idea de por dónde empezar y te abruma la cantidad de información sobre la técnica, en este post encontrarás una guía completa para perderle el miedo, conseguir los elementos básicos y EMPEZAR.
¡Ahora sí! Tomá lápiz y papel que comenzamos:
La serigrafía es una técnica de impresión que se puede utilizar para estampar sobre, casi, cualquier tipo de material: desde el textil, pasando por el papel, hasta metales o vidrios, entre otros.
La serigrafía consiste, básicamente, en arrastrar tinta por un bastidor con una tela bien tensada, el mismo tiene un motivo o dibujo “grabado”.
Es una técnica estampación repetitiva, una vez que el motivo está grabado al shablón, se puede repetir muchas veces. Esto la hace ideal para emprendimientos, para poder trabajar en serie o en casos donde necesitamos imprimir un mismo dibujo varias veces, como en una cortina o mantel.
Es una técnica tan amplia, como maravillosa. Podés meterte en este mundo tanto como quieras, lograr resultados increíbles a medida que ganes experiencia, todo el proceso se hace a mano, por eso es una técnica bastante artesanal, pero que, aún así permite el trabajo en serie, simplificando y agilizando bastante el proceso, sin perder la magia de lo “hecho a mano”.
Ambas etapas son fundamentales, y es la manera en la que se utiliza esta técnica. En cada una, existen miles de variantes, se pueden reemplazar una cosa u otra para hacerla más compleja o más simple. Aquí trataremos de buscar la forma que nos sea más amigable a nuestras posibilidades y que nos simplifique el proceso, para que te animes a dar el primer paso.
Es la que probablemente alguna vez hayas visto o escuchado y la que (quizás) te haya resultado más confusa o compleja.
La forma más conocida para grabar un shablón es el “revelado” del mismo. Este proceso, es muy parecido al revelado de la fotografía (como se hacía antes, en un cuarto oscuro).
Voy a mostrarte el proceso paso a paso, con la ayuda de las imágenes del maravilloso «London print club»:
1) Se aplica una emulsión fotosensible a la pantalla del bastidor, en un espacio oscuro, para evitar que la luz interfiera en el proceso.
Crédito de foto: Print Club London
2) Luego se apoya este bastidor en una mesa de luz, y encima se coloca el motivo a estampar, impreso sobre un acetato con tinta color negra. Y aquí se expone el bastidor a la luz directa, para que (ahora sí) la emulsión reaccione ante la luz y se “grabe” el motivo que se busca estampar.
3) Por último, se debe quitar la emulsión que se debilitó gracias a la acción de la luz, para que quede desbloqueada esa parte y logremos que pase la tinta por ese espacio. La emulsión funcionará como un “bloqueador” para que, al imprimir, no pase la tinta por ese lugar.
El Print Club London, tiene un libro que te súper recomiendo, si te interesa conocer más sobre el proceso de la serigrafía y la infinidad de posibilidades que te brinda la técnica. (El libro está en inglés originalmente, pero también se consigue en español)
Este proceso de revelado del bastidor es maravilloso porque es el que abre las puertas a hacer, realmente, lo que quieras con esta técnica, ¡el límite es tu tiempo y tus ganas!
En mi caso, el tiempo y el espacio con los que cuento, me hicieron notar que el proceso del revelado no es para mí, porque es una energía y un tiempo que (personalmente) no estoy dispuesta a invertir, por lo menos en este momento.
Si te pasa algo parecido, que tenés ganas de estampar, pero te tira para atrás ver que hay tantos elementos y procesos previos a poner manos a la tinta: aquí es cuando aparece macondo al rescate, haciendo sencillo lo que parece difícil.
La opción de utilizar plantillas o stencil para evitar todo este proceso previo me parece alucinante, aunque al principio tuve mis prejuicios sobre los límites que me podían surgir al utilizar plantillas, una vez que empecé a experimentar con ellas, me di cuenta de que utilizando la creatividad ¡Se pueden conseguir resultados sorprendentes!
(Apto para presupuestos chiquitos)
La serigrafía es tan amplia, que permite adaptarla perfectamente a tus propias necesidades/posibilidades. Estoy convencida de que no es necesario gastarse una fortuna, ni contar con un espacio gigante para empezar a utilizar esta técnica.
Mi recomendación es empezar por lo más simple del mundo mundial, intentar mantener a raya la ansiedad e ir de a poco, paso a paso. Para instalar un taller completo, siempre habrá tiempo.
Entonces, si querés empezar a utilizar la serigrafía en tu casa, con la menor cantidad de elementos posible, lo más básico y fundamental que te recomiendo conseguir es:
Si querés conocer más sobre la lista completa de materiales que te recomiendo para empezar, podés ir a este post, donde explico en detalle cada elemento y te cuento cuáles son los materiales secundarios que te van a ayudar mucho para empezar a estampar.
En el caso de que estos elementos te resulten complicados de conseguir o que no te sientas lista para hacer la inversión de comprarlos en este momento, no te preocupes, porque tengo otra alternativa aún más sencilla.
De hecho, creo que es ideal que empieces por esta lista, es importante entender de qué va esta técnica de estampación, testear vos misma qué tal te llevarías con ella y si realmente vale la pena comprar los elementos específicos.
Los elementos para hacer la serigrafía más fácil del mundo, son:
En este post, podés leer con más detalle cómo hacer tu propio bastidor DIY.
Ahora que ya conocés los elementos que requiere la técnica, podés empezar a pensar cuáles son tus posibilidades e ir consiguiendo lo que necesitás ¡para hacer tus primeras estampas!
Acordate: paso a paso, no compres elementos que no tenés idea para qué sirven, empezá por lo que haya a mano.
Sobre el proceso ya estuvimos hablando antes, te conté cómo se hace de forma tradicional y cuál es la forma que a mí más me gusta utilizar: las plantillas.
El proceso de la serigrafía es siempre el mismo:
A) Grabado de la pantalla con el motivo a estampar
B) Impresión del tejido
¡Vamos a por ello, paso a paso!
5. Tomar el bastidor a utilizar (ya sea el de serigrafía o el de bordado) y pegar la plantilla, con sobre la parte “lisa” del bastidor, con cinta de enmascarar por los bordes.
TIP para simplificar: Yo utilizo plantillas de tamaño A4 y mi bastidor es del mismo tamaño, esto me permite mucha facilidad para trabajar y la limpieza del mismo.
6. Cuidar las piezas pequeñas que componen el dibujo, hasta el momento de estampar.
Para este proceso, te recomiendo estar bien organizada, con todos los elementos a mano, porque una vez que empezás a estampar, no podés detenerte. En primer lugar porque te va a entusiasmar tanto que no querrás parar, pero en realidad, es porque la tinta se va secando a medida que pasa el tiempo, así que el trabajo debe ser continuo y sin detenerte demasiado entre una impresión y otra.
2. Empapelar la mesa de trabajo para no mancharla
3. Planchar MUY bien la tela a estampar
4. Extender la tela sobre la mesa y si querés, podés sujetar con cinta de enmascarar en los bordes para que no se levante. Si es demasiado grande la tela y necesitarás moverla, no te conviene encintar.
5. Elegir un lugar en la tela donde quieras hacer la primera impresión, buscar los detalles de la plantilla que habías reservado para este momento y el bastidor con la plantilla ya pegada.
6. Acomodar esos pequeños detalles en la tela y apoyar el bastidor encima, al ser transparente, podrás localizar esos detalles e ir acomodándolos hasta que queden posicionados en el lugar adecuado con respecto a la plantilla.
7. Tomar una cucharada de tinta y colocarla en la parte superior del bastidor, extenderla a lo largo del motivo.
8. Con una mano sostener el borde del bastidor y con la otra, tomar la manigueta para arrastrar la tinta. Comienza el juego.
9. Arrastrar la tinta desde arriba hacia abajo, sin hacer demasiada presión, sólo arrastrando y asegurándose de que el motivo quede completamente cubierto.
10. Llevar la manigueta hacia arriba y golpearla con fuerza, para quitar la tinta que pueda haber quedado en la misma.
11. Hacer dos o tres pasadas más de manigueta, pero esta vez de una forma más firme, para quitar todo el excedente de pintura de la impresión.
12. Los pasos desde el 9 al 11, están muy detallados aquí, pero en la vida real, no debería tomarte más de un minuto hacer todo este proceso.
13. Dejar la manigueta apoyada en el borde del bastidor, sostener la tela con la mano que sostenía el bastidor y levantarlo despacio, de un costado al otro.
14. Cambiar de lugar para seguir estampando, repetir los pasos anteriores hasta el cansancio.
Tip para evitar desastres: Es muy importante que no superpongas el bastidor sobre una impresión recién hecha, intentá apoyarlo en la superficie donde no esté estampado. En el caso de que necesites apoyarlo justo en ese lugar, deberás dejar el bastidor a un lado, secar la impresión con secador de pelo y una vez seca la estampa, podrás apoyar el bastidor sin problemas.
15. En el caso de que sea necesario superponer una estampa con la otra, podrás acelerar el secado de la tinta, aplicando calor con un secador de pelo.
16. En el caso de querer aplicar otro color u otro motivo, limpiar y secar muy bien la pantalla y la manigueta. Repetir todos los pasos que hechos hasta aquí, con el nuevo color de tinta o con el nuevo motivo de stencil.
La cosa no termina aquí, ahora es el momento de limpiar todos los elementos, podríamos decir que este es el lado “B” de la estampación, el menos divertido, pero realmente importante y necesario para cuidar los elementos.
Es importante saber que la limpieza de los elementos, será mucho más simple cuanto antes la hagas. Es decir, apenas termines de estampar, llevar todo al agua para que no se llegue a secar la tinta, por este motivo también recomiendo comenzar con las de base transparente, las cubritivas se secan mucho más rápido.
Las tintas de serigrafía al agua, tienen la maravillosa particularidad de ser “autorreticulantes” esto quiere decir, que se secan a temperatura ambiente, no requieren que le apliques calor extra para completar su secado.
Así que lo único que debés hacer es extender el textil, en algún lugar ventilado y dejarlo secar por 72 horas. Recién después de ese lapso de tiempo, se puede empezar a lavar, en lavarropas, sin problemas.
La verdad es que estas tintas duran muchísimo, de todas las estampas que hice con tintas de serigrafía, nunca se han levantado ni perdido su color. La duración de esta técnica no debería resultarte un problema, las tintas de serigrafía al agua, son las que se utilizan para muchas de las estampas que probablemente tengas en alguna prenda u objeto textil.
Hasta aquí llegamos con todo lo que necesitás saber sobre la serigrafía, si querés saber más o ver otros tutoriales, podés hacer click aquí.
Si quedó alguna duda específica, espero tus comentarios y consultas, ¡con gusto voy a responder lo que necesites!
Espero que te animes a dar el primer paso y que no te dejes ganar por la ansiedad de querer hacer todo en un primer intento. De a poco y con lo que tengas a tu alcance, lo importante es empezar a ganar práctica y experiencia, para mí no existe mejor forma de aprender que “haciendo” con tus propias manos, con actitud de curiosidad y de aprendiz.
¡Te dejo un fuerte abrazo!
Flor