Alguna vez escucharon la palabra DIY? Estoy segura de que sí! Esta muy de moda, en las redes sociales hay muchas cuentas que comparten tutoriales y proyectos DIY. Hoy les cuento su significado, origen y de que se trata su filosofía.
DIY es la abreviatura de: “Do It Yourself”, en español: “Hacelo vos mismo”. El concepto quiere decir que personas sin conocimientos técnicos en algo se aventuran a hacerlo ellos mismos. Pero ha dejado de ser sólo una palabra sino que es una cultura y una filosofía, hacer con nuestras manos.
El DIY tiene sus comienzos hace muchísimos años, investigando un poco en Internet, encontré información acerca de una técnica llamada “Mingei”, su fundador Yanagi en la década del ’20 llamo de esta forma al “arte hecho a mano por gente común”, este tipo de arte consistía en objetos de uso diario realizados a mano por personas sin conocimientos ni experiencia en la técnica que empleaban para hacerlos, según el estaban mas alla de “la belleza o la fealdad”.
En los años 70 fue lema de las bandas de punk rock, como una clara reacción anticapitalista. Empezaron a grabar sus propios discos con elementos que ellos mismos tenían y lo llevaron a todos los aspectos de sus vidas, intervenían sus prendas, recolectaban muebles de la calle y los reciclaban entre otras cosas que hacían en esa época, seguramente siendo juzgados por la mayoría de las personas y hoy podemos ver que esas mismas practicas se han hecho masivas, se ha convertido en una tendencia mundial el “hacelo vos mismo”.
En los días que corren, podemos ver un cambio de paradigma en el consumo enorme respecto al siglo pasado. Muchas veces pienso que cuando nos encontramos en extremos parece como si necesitáramos llegar al otro para lograr un equilibrio, en este caso, la industrialización a llegado a puntos inimaginados, a una velocidad increíble, a condiciones humanas y ambientales terribles, que las personas empezamos a pensar más a la hora de comprar, a hacernos más preguntas antes de consumir. A esto se le llama consumo consciente. Por eso, creo que el DIY está tan de moda hoy en dia, porque ante el exceso de todo hecho, todo rápido, todo procesado y estandarizado, necesitamos frenar. Ponerle una barrera y decir, hasta acá llegamos con esta manera de consumir. Ahora prefiero solucionar yo misma lo que pueda, hacer yo misma mi ropa o disfrutar de hacer un cuaderno con mis propias manos.
Creo que este paradigma es profundamente positivo, en muchísimos aspectos, ha cambiado hasta el valor por las cosas ¿cuanto más valor tiene hoy en día saber quien hizo lo que estoy consumiendo? o que ese objeto es único y hecho a mano por alguien, esto revaloriza también el trabajo de los artesanos regionales. Ni hablar de lo respetuosa con el medio ambiente y con nosotros mismos que esta forma de consumo.
Hay un nuevo concepto de “Lujo”, antes el lujo pasaba por tener lo mismo que tal persona famosa o rica, vestirse igual o parecerse a tal, hechos de materias primas costosas. Hoy en día, el lujo es tener algo único, usar materiales nobles y naturales, productos que saben que llevaron tiempo y dedicación por parte de su hacedor (y claro, empieza a valorarse el tiempo) otra forma es “darnos lujos” vivir experiencias impresionantes.
En fin, celebro esta forma de consumir, producir y crear. Aguante el DIY! Aplaudo a quienes se lo toman como un desafió y se animan a hacer con sus manos por primera vez. Y quienes siempre fueron amantes de las manualidades, es nuestro mejor momento!!! Hay tutoriales, inspiración y tips por todos lados, hay que aprovecharlo todo.
Cual fue el ultimo DIY que hicieron? Qué les parece esta nueva forma de consumo? Se sienten identificadas?
Información de consulta utilizada para este post, aquí.
Espero que tengan un fin de semana hermooooso,
Abrazo,
Flor.
Un comentario
Si, Flor…yo no sabía qué era y busqué también material sobre el término. Conocí a una emprendedora que enseña costura a través de su página que incluye ese término. La cuestión es como vos explicás que consiste en usar el tiempo propio para crear o recrear las cosas con nuestras manos. En mi caso… me falta voluntad, a veces, Otras lo intento y los resultados no me satisfacen. Pero es «encontrarle la vuelta» y practicar para ir logrando el producto que queremos. Mientras tanto hay muchas personas emprendedoras que vale la pena seguir y apoyar.