Aclaración importante antes de leer:
Me gustaría contarte que estas palabras fueron escritas el día 14 de febrero de 2020, mucho antes de imaginar la situación que estaríamos viviendo, exactamente un mes después. No solamente sigo creyendo en las palabras que escribí, sino que me planteo nuestro rol como hacedoras, con aún más ímpetu que en aquel entonces.
Sin dudas, esta Pandemia es un antes y un después en la historia del planeta, la incertidumbre se hace presente en nuestro día a día y aprendemos a convivir con ella, y quien sabe cuántas cosas más aprenderemos de esto. Sin más palabras que agregar, te invito a leer y repensar juntas nuestro rol como creadoras, antes, durante y sobre todo después de todo esto.
(Voy a hacer pequeñas notas acerca del texto, con mi observación al respecto, hoy en día)
Ahora sí, esto decía el post escrito en Febrero del 2020:
Las palabras de Greta Thumberg en el 2019, recorrieron el mundo en pocos minutos, “una niña nos hizo entrar en razón” y si lo pensamos bien, no debería sorprendernos, ¿cuantas veces han demostrado los niños tener más sentido común que los adultos?
Sus palabras hicieron que muchos de nosotros dejemos de hacer la mirada a un lado, es innegable la necesidad del cambio de paradigma como consumidores y hacedores que demanda nuestro planeta, ahora mismo.
Nota acerca del párrafo anterior: El cambio fue inminente, sin dudas, se notará en algún aspecto, después de todo esto.
En el año 2014, en su libro “Política de las apariencias”, Susana Saulquin plantea que hasta ahora, “la premisa de la moda ha sido producir para consumir prendas nuevas cada temporada, es el fin en sí mismo” olvidándonos de los recursos, de la calidad, y del precio que pagan muchas personas víctimas de ese sistema. Y ojo, porque no sólo tienen la responsabilidad las grandes corporaciones, nosotros también somos parte de ese sistema, cuando esperamos eso de las marcas, comprando más cantidad a bajo precio, sin pensar en lo que hay detrás de ese precio “barato”.
Entiendo que es difícil y que hay muchísimos factores que inciden en la decisión de compra de una prenda que tiene estas características. Pero es fundamental detenernos a pensar antes de decidir si consumir o no tal o cual cosa: ¿cuál es el precio real de esta prenda?
Nota acerca del párrafo anterior: «Pensar antes de consumir» De esto sí que aprendimos mucho estos días, cuando muchos aprendimos a valorar (mucho más) cada cosa que tenemos el privilegio de tener y mágicamente comenzamos a «necesitar» menos cosas, empezamos a usar nuestra creatividad para solucionar con lo que tenemos en casa y nos dimos cuenta de que lo importante (lo realmente importante) ya lo teníamos (llámese a esto el amor a vos misma, a tu familia, a tu mascota, a tus amigos).
De todos modos, es innegable el auge que ha tenido esta temática y por suerte tomamos (por lo menos) un poco de noción y aún estamos “casi” a tiempo de hacer algo. Alguien podría decirme que llegamos tarde, OK, es verdad, podríamos haber tomado conciencia antes. Con mi mirada más positiva y de acción, lo que creo es que por lo menos llegamos y lo importante es que a partir del lugar en el que estamos, miremos el futuro y nos planteemos qué hacer para intentar revertir la situación que hemos provocado.
Mi trabajo está ligado a la industria textil, importante actor en lo que respecta al daño del medio ambiente, por eso considero que es mi responsabilidad adentrarme en estos temas y compartir con vos estas reflexiones. Mi compromiso tiene que ver con todo el proceso que recorre el textil que vas a crear. Es decir, mi labor no termina en las técnicas de estampado que hago y comparto para que hagas. Me preOCUPA desde acompañarte a desarrollar tu creatividad, hasta hablar de los temas que pueden resultar incómodos o que simplemente no nos hemos puesto a pensar todavía, como por ejemplo: ¿qué hacemos con los deshechos de la producción? ¿cómo pensamos la vida útil de lo que diseñamos y creamos? ¿de dónde vienen los materiales que estoy usando?
Probablemente no le encontremos respuesta hoy mismo a estas preguntas, pero es necesario darnos el lugar para replantearnos y pensar en ellas. Lejos de hacerlo con el dedo acusador, más bien desde una problemática que nos toca de cerca y a la cual yo también le estoy buscando respuestas, porque estamos aprendiendo y cambiando poco a poco.
Nota acerca del párrafo anterior: en ese momento ya había pocas respuestas y mucha incertidumbre, hoy en día esto se incrementó. Calma, intentemos no caer en la ansiedad, paciencia para vos y para con los demás.
Considero que es un proceso de cambio que debemos hacer desde adentro hacia afuera, llevándolo a cabo con calma y compasión, es importante entender que no es posible hacerlo de un día para el otro, porque consiste en encontrarle nuevas formas de hacer a procedimientos que aprendimos de una manera (y se han hecho siempre así) y buscar la forma de reemplazar o mejorar materiales que utilizamos hace mucho tiempo.
Nota acerca del párrafo anterior: Esta situación nos ha dado cátedra sobre «nuevas formas» y la capacidad de adaptación.
Si bien al cambio no lo lograremos en poco tiempo, es necesario que empecemos HOY, por más pequeñas que sean las modificaciones que vayamos implementando, estoy segura de que ESE es el camino para el verdadero cambio.
Además de ser una causa a la que no podemos dejar de atender, el cambio climático se ha vuelto “tendencia” (que no es lo mismo que moda), por esta razón me parece aún de mayor importancia profundizar más en él, para evitar hablar de ello sin conocimiento de causa o sin acción proactiva al respecto.
Me parece fundamental abordarlo desde un lugar más consciente, con un compromiso real y no hacerlo porque es lo que “socialmente” está bien o se espera de nosotros. De esta forma evitamos caer en la queja inconformista y pasamos a la acción, aportando nuestro granito de arena, que es fundamental en este cambio.
Nuestro pequeño aporte, pero sumamente trascendental consiste en plantearnos un consumo consciente, que piensa en el bien común y abarca mucho más que el cuidado del planeta, habla de un circuito en el que todas las partes “ganan”. Para nosotras las hacedoras, se trata de pensar el producto en su totalidad, es decir, atendiendo todo el ciclo de vida del mismo, conocer el impacto que tendrá hacerlo desde la obtención del recurso para hacerlo hasta que ese producto salga de circulación o se deseche.
No estoy diciendo que sea fácil hacer un cambio de estas características, pero no es imposible, requiere tiempo, compromiso de nuestra parte, informarnos y leer sobre el tema (que, de paso, si te interesa te dejo estos post que te pueden interesar sobre telas y tintes).
Toda esta temática me tiene muy interesada y considero fundamental e inmediato el cambio hacia una forma de producción comprometida, responsable y que priorice el bien común de cada agente que participa en la creación de un producto. Se que es un tema complejo, porque no sabemos muy bien qué hacer, hay muy poca información con respecto a muchos productos que utilizamos en el proceso, pero no podemos seguir mirando a otro lado, es importante que empecemos a ocuparnos hoy mismo, por incómodo o complejo que parezca.
La semana que viene, es el día de la tierra, y para celebrarlo, creo que no alcanza con simplemente colgar un bonito cartel en redes sociales, sino que es un buen momento para pensar en estos temas y replantearnos nuevas maneras del «hacer» que sean un poquito más amigables con el planeta. Te voy a enseñar a reciclar bolsas de plástico, así que ¡empezá a juntarlas ahora! Vamos a crear un material alucinante a partir de bolsas.
Para finalizar este post, no me quedan más que palabras aliento, para quienes estén atravesando una situación difícil con todo esto y muchísimo cariño para vos que estás leyendo esto.
Me gustaría saber cuál fue el aprendizaje más grande que te ha dejado (hasta ahora) la pandemia y la situación de aislamiento social, acerca de lo que sea, usemos este espacio para describir esos sentimientos.
Por ejemplo, para mí el gran aprendizaje fue haber pasado un cumpleaños muy diferente al que me hubiese imaginado en toda mi vida y haberlo disfrutado igual (o aún más que otras veces), agradeciendo que tenía dulce de leche para hacer una torta, de poder estar en mi casa en un momento como este (adelanté mi vuelta de España) y estar rodeada de tanto amor (¡recibí muchas videollamadas ese día!)
Hoy más que nunca, vamos a cuidarnos y cuidar de los demás.
Un beso enorme,
Flor
6 respuestas
Hola Flor! Gracias por compartir este post,para replantear muchas cosas, que pequeña me siento con toda esta situación ojalá pueda ir encontrando soluciones para que el impacto a nuestra tierra sea cada vez menor. Soy diseñadora, modista y he dado clases de costura..tengo la necesidad de implementar nuevas rutinas a mi vida.todos estos días pensando en eso que poco aporto a este mundo. Crear conciencia que lindo gracias x motivarme. Todavía estoy buscando la enseñanza de todo esto ya que la vivo algo angustiada xq mi madre no logro volver d su viaje así q es un día a día acompañarla a la distancia a ella para que no decaiga..pero sé que ahí está seguramente la cuestión de xq se dió así, más adelante encontrare la respuesta.
Hola Celeste! Cómo estás? Muchas gracias por tu mensaje. Me apena muchísimo la situación que estás viviendo, puedo entender tu angustia e incertidumbre. Mucha energía y fuerza para tu mami, es muy importante lo que estás haciendo de acompañarla, es una situación compleja y el apoyo de la familia es fundamental. Por eso te mando un gran abrazo para vos también, porque imagino que debés estar sufriendo con esta situación. Deseo que se acomode pronto y tu mamá pueda volver a la tranquilidad del hogar.
Por otro lado, respecto al post, yo también me lo planteo muchísimas veces, lo importante aquí es ser compasivas primero con nosotras mismas y luego con las demás personas. Todos hacemos lo que podemos y está muy bien. La idea con esto es que poco a poco vayamos tomando conciencia y haciendo pequeños cambios, es progresivo y seguramente algunos podrán hacer más que otros. Pero cada granito de arena que aportemos es importante, por más pequeño que parezca, estoy segura de que vale la pena.
Te mando un abrazo gigante y espero que se acomoden pronto las cosas para que puedas darle un fuerte abrazo a tu mami.
Cariños,
Flor
Flor, me dejaste con la piel de gallina. Tenés un nivel de contenido, compromiso y experiencia tan admirable: es esencial que voces como las tuyas arenguen este tipo de comportamiento y compromiso desde el hacer. GRACIAS por existir y expresarte 🙂
Qué linda Vero! Muchas gracias por tu comentario tan lindo. Jaja ¡Me cuesta mucho asumir tanta responsabilidad! Pero desde mi pequeño lugar intento hacer un aporte o por lo menos compartir lo que pienso sobre estos temas. Si a alguien le sirven para mover o despertar algo, bienvenido sea.
Te mando un abrazo giganteeeeee!
Flor
Hola Flor! Qué maravilloso tu posteo, llega en un momento de mi vida en el que vengo replantenadome el uso de muchos productos de mi vida cotidiana, por ejemplo:hace unos meses pasé del cepillo de plástico al de bambú, de la prestobarba de plástico a la de metal, similar a la antigua que usaban nuestras abuelas; elaboró mi propio champú y reutilizo un envase de vidrio para envasarlo; todos los plásticos que aún no logro dejar de consumir, los introduzco dentro de una botella que más tarde pasa a ser un ladrillo ecológico; me pasé a la copita menstrual y las toallitas de tela; y así de a poco me va surgiendo la necesidad de cambiar hábitos o cambiarme a productos que generen el menor impacto ambiental posible.
Es genial tu reflexión porque viene en concordancia con ésto que ya vengo transitando, y con éste momento que estamos viviendo. Cada vez que leo alguna noticia sobre el virus reafirmo que la clave está en cuidar el planeta y en tomar consciencia del impacto que generamos en él con nuestras decisiones. Gracias por compartir tus sentires, que además de hermosa la manera que tenés de expresarlos colaboran a generar mayor consciencia en nuestra sociedad. Abrazo Flor.
Ay Eli! Me hiciste emocionar con tu mensaje.
Qué increíble que nos vaya cayendo esta información de a poco, cada uno a su tiempo, pero creo que todos vamos a llegar a entenderlo en algún momento. ¡Cuántos cambios! Qué bueno lo que estás haciendo, la verdad que te super felicito, yo voy un poco más lento, pero es momento de frenar y repensar la manera en la que estamos haciendo las cosas.
A quienes tenemos la fortuna de estar en casa, este tiempo es un regalo, para todas estas cosas, para repensar el tipo de consumo que estábamos teniendo y mejorar la manera de hacer nuestro cotidiano.
Muchas gracias por compartir tu cambio y cómo lo estás viviendo, es motivador y contagia las ganas de hacerlo.
Te mando un abrazo enorme,
Flor